El estilo de decoración de nuestra casa nos define. Con él transmitimos nuestra personalidad y nuestros gustos. Nuestros invitados podrán conocernos un poco más solo con fijarse en el estilo que predomina en nuestro hogar. Pero si la decoración de nuestra casa refleja cómo somos, la de nuestra habitación todavía más. Nuestro pequeño refugio es un claro reflejo del lugar donde nos relajamos y nos sentimos más cómodos. Y es que tan cómodos llegamos a estar que a veces es difícil poder salir de la cama. Es por eso que si a una bonita decoración de la habitación le añadimos unas sábanas y una colcha a juego con el cabecero nos será imposible escapar de una atmósfera de ensueño.
Hay muchos tipos de cabeceros y para cada estilo de decoración, pero generalmente se podrían dividir en tres tipos: de madera, de forja o tapizados. Al elegir tu cabecero deberás tener en cuenta varias cuestiones, como el color, el material, el acabado, el tamaño o el estilo de tu habitación. Vayamos paso por paso.
De madera
Los cabeceros de madera aportan al dormitorio calidez y elegancia. Son una muy buena opción para las habitaciones con un estilo rústico o vintage, sobre todo aquellos con un acabado natural o lacados en blanco. Actualmente está de moda también añadir en los cabeceros alguna frase que nos guste o tenga un significado especial para nosotros. Pero también los podemos encontrar extravagantes, con multitud de formas y relieves y en barnices oscuros o colores llamativos. Sin duda, los cabeceros de manera son todo un acierto por su versatilidad, ya que pueden ser clásicos y discretos, o todo lo contrario: un elemento de atención original.
De forja
Si hay un tipo de cabecero que no pasa de moda es el de forja. En un primer momento, seguramente al pensar en ellos te viene a la cabeza una idea tradicional y rústica, pero actualmente puedes encontrar diseños de lo más vanguardistas. Su estilo depende de la forma y el color: mientras que los cuadrados o rectangulares combinan con cualquier tipo de muebles y con todos los estilos de decoración textil, los que tienen volutas y formas curvadas dan un toque elegante. Si por lo contrario sigues una línea más moderna, puedes optar por aquellos con formas redondas y espirales.
Tapizados
Los cabeceros tapizados son una muy buena opción para marcar el estilo y personalidad de la habitación. En los últimos tiempos se han puesto muy de moda debido a su gran cantidad de ventajas. La primera de todas es que se adapta a cualquier estilo de decoración, ya que existen cabeceros con innumerables diseños: sencillo o sofisticado, clásico o moderno, de inspiración clásica o retro… el abanico de posibilidades es inmenso. Puedes elegir el tipo de tejido (piel, piel sintética, terciopelo, tejido antimanchas, etc.), el tamaño, el estampado (liso, con dibujos o con textura) o la forma (con marco de madera, con capitoné, con tachuelas, etc.). Su comodidad es también un punto a favor de este tipo de pieza. Aportan un aspecto confortable y cálido, haciendo más acogedor tu cuarto. Con un cabecero tapizado lograrás que tu dormitorio invite al relax.
Pero en ocasiones no encontramos un cabecero que encaje con nuestra decoración o el que nos gusta no se puede fabricar en la medida de nuestra cama. En estos casos puedes optar por hacértelo tú mismo. Existen muchas otras ideas para decorar tu habitación y delimitar el espacio de la cama. Los resultados te van a sorprender.
Alternativas
Si ninguna de las opciones que te hemos presentado te convencen, pero tampoco quieres dejar la pared sin decorar, aquí te traemos varias alternativas a utilizar un cabecero.
En cualquier caso, elijas la opción que elijas, lo mejor es escoger el cabecero que mejor vaya contigo y que más se adapte a tus necesidades.