Es probable que alguna vez te haya costado distinguir si el mueble que te gusta es de madera maciza o no. No te preocupes, mucha gente se confunde y es normal que te intereses por qué material está fabricado. Es por eso que vamos a darte varios consejos para que la próxima vez que te plantees amueblar tu casa no te vengan más dudas.
Una primera pista es que normalmente los muebles que encontramos en las tiendas son de madera maciza o de melamina. Para aprender a diferenciar entre ambos, primero debes saber qué es la melamina y cuáles son sus características. La melamina es un tablero aglomerado formado por astillas y serrín que se compactan y recubren por cada lado con una película de resina. La calidad del mueble varía dependiendo del tipo de resina utilizada y de la consistencia del compuesto de astillas y serrín. La madera maciza, por su parte, es tal y como se extrae del árbol, pasando un proceso de secado, cortado y cepillado. Ahora que ya sabes cómo es cada material, vamos a por las diferencias.
Como la madera es porosa, puede ocasionar problemas si no se ha secado correctamente, ya que permite el desarrollo de microorganismos en su interior. En cambio, la resina de la melamina hace que los tableros tengan una superficie totalmente cerrada y sin poros.
Si bien es cierto que en la actualidad podemos encontrar muebles de madera terminados en multitud de colores manteniendo sus propiedades, los más común es que estos conserven su color natural. La melamina, por su parte, ofrece una amplia gama de terminaciones, texturas y colores.
La tercera diferencia radica en el precio, y es que los muebles fabricados con melamina son más económicos que los de madera maciza.
Como la madera suele tener un precio más elevado, suele utilizarse principalmente para fabricar mobiliario que deba resistir mucho peso – es más resistente que la melamina- o que necesite curvarse.
La madera es más delicada: puede sufrir daños si se expone a la humedad, el sol o cambios bruscos de temperatura. Es por esto que requiere un mantenimiento más cuidadoso. Sin embargo, con el cuidado apropiado su durabilidad es mayor que la de los productos de melamina.
Una gran ventaja de la melamina es que, mientras que el montaje y trato de la madera maciza es más complejo, los muebles de melamina no precisan amplios conocimientos de bricolaje ni muchas herramientas para ser montados.
A la hora de restaurar, la madera ofrece más posibilidades que la melamina. Permite ser encerada, barnizada, teñida, lijada o podemos incluso reparar sus golpes. Todo ello conservando, además, su calidad.
Estos dos materiales también tienen características en común, como su dureza, resistencia y durabilidad con el adecuado cuidado. Hoy en día es habitual fabricar productos que combinan ambos materiales para aprovechar al máximo los beneficios de cada uno. Por ejemplo, podemos encontrar armarios con componentes de melamina, como las traseras y los fondos de los cajones, mientras que los frentes y los costados son de madera maciza.
Ahora que ya sabes cómo diferenciar la madera y la melamina, comprenderás que un material no es mejor que otro, sino que cada uno tiene sus ventajas. Es por eso que, para que nuestra elección sea la mejor, debemos fijarnos en el acabado del mueble. Esperamos que hayas aprendido a diferenciar estos dos materiales y que nuestros consejos te sean útiles en tu próxima compra.